sábado, 23 de agosto de 2014

Día 08- Tasmania (I - Costa Este)

¡Hola a todos!

En el día de hoy nos ha tocado cambiar de isla y desplazarnos de Melbourne a la isla de Tasmania, una isla-estado de Australia ubicada al sud-este del país. Como el avión salía pronto, nos ha tocado madrugar (5.30AM) para despertarnos, recoger, hacer el check-out y estar a tiempo para el vuelo.

La primera novedad del día de hoy es que nos hemos reunido con nuestros compañeros para lo que resta de viaje: ¡Juan y Eva! Tras el reencuentro hemos cogido el avión hacia Launceston y, una vez allí, hemos alquilado un coche para recorrer parte de la isla durante dos días (y en particular la zona este). El coche obviamente dispone de un maletero enorme (cuatro personas y tres semanas requieren muuuucho equipaje) y encajar las maletas en el vehículo ha requerido una pequeña labor de re-ingeniería y algunas habilidades de 'tetris'.




Una vez en el coche, la ruta a realizar ha sido la siguiente:

1- Visita a St.Helens y la Bahía de los Fuegos (Bay of Fires)
2- Visita a Wineglass Bay
3- Desplazamiento al Hotel en Swansea

Así, hemos empezado dirigiéndonos a nuestra primera parada: la ciudad de St.Helens y la Bahía de los Fuegos (Bay of Fires). A lo largo del camino, que ya ha apuntado a maneras con grandes extensiones completamente cubiertas de árboles (presumiblemente eucalipto), hemos podido observar un sinfín de víctimas de las carreteras australianas. Y es que en este país se ha de ir con cuidado al conducir puesto que, además de conducir por la izquierda, el cruce de animales es muy frecuente y peligroso. Para que os hagáis una idea, hemos visto una decena de animales fallecidos por este motivo. Triste y peligroso, por lo que se debe ir con cuidado y evitar conducir de noche. 

Tras 2 horas de conducción -con algunas paradas de por medio (ver abajo)- hemos llegado a St. Helens y nos hemos detenido para comer algo, siendo fieles a las horas de comida de las antípodas. Comentar que en el supermercado local vendían barras de chocolate marca Wonka (¡con premio y visita a la fábrica respectiva!... pero no nos ha tocado).






Tras la comida, hemos cogido el coche para llegar a la Bahía del Fuego, donde hemos encontrado largas playas de arena blanca (y muy fina) y agua azul turquesa, un mar que pedía a gritos que nos bañáramos -¡y así hubiera sido con algo más de calor!-. También existían zonas rocosas con piedras cubiertas de líquenes y hongos de distintos colores, totalmente precioso. Eso sí, mientras íbamos visitando distintas localizaciones hemos ido con cuidado para evitar encontrarnos con la peligrosa fauna local... ¡mejor evitar sorpresas! Dicho esto en la playas Noe ha aprovechado para sacar sus dotes de artista utilizando el trípode como pincel en la arena y, en el trayecto, también hemos podido observar con qué estilo decoran las buzones los habitantes de la zona.










Tras dar por concluida la visita de la bahía, nos hemos encaminado a Whiteglass Bay, a 2 horas de coche y mucho más al sur.  De camino hemos parado a tomar un café en un club de golf local (no había nada más en varios kilómetros a la redonda) donde se han reído un buen rato cuando les hemos pedido café / té (argumentando que principalmente servían cerveza) y donde nos hemos sentido como si entráramos en medio de una fiesta de desconocidos -uno de los cuales, creemos, no sabía donde estaba nuestro país-. Pero eso al menos zanja la discusión de que hacen los habitantes de Tasmania con su tiempo libre :-)

Una vez en la bahía hemos hecho una buena tanda de fotografías, puesto que hemos llegado justo a tiempo para la puesta de sol (¡las tenemos controladas, jejeje!).







Con el sol a nuestras espaldas hemos recorrido la última hora que nos separaba del hotel, muy pendientes de los cruces de animales (y viendo cruzar un wallaby -uabalí- en última momento) para evitar sustos. Al llegar a Swansea hemos ido directamente al hotel (Freycinet Waters), que está regentado por una familia y decorado con un gusto excelente. Rápidamente hemos descargado maletas y nos hemos escapado a cenar en un restaurante cercano para rematar el día con una buena cena a base de platos locales (tarta de carne, carne de Wagyu, etcétera) y un buen vaso de Riesling.





Llegados a este punto, nos toca dormir para ser productivos mañana.

Así que... ¡buenas noches!

Pd. Juan y Eva también tienen blog (¡de ellos nos cogimos la idea!) ... puedes seguirles si te sigue picando la curiosidad en el siguiente link





1 comentario:

  1. Preciosas fotos y encantador hotel.
    El chocolate Sonia pensaba que no era real , que gracia.

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